CIERRE DE BLOG

No, no cierro el blog. O al menos no como tal. En la anterior entrada hacía una especie de cierre de año profesional con diversas reflexiones dejando para otra (esta) profundizar el tema del blog. Por otra parte ando en periodo de reflexión con la necesidad de cambiar cosas y probablemente también le toque un cambio al blog. ¿Hacia donde? ¿Hacia que? No sé muy bien. El tiempo dirá si ha cambiado y hacia donde.

El blog me ha generado muchas satisfacciones, pero últimamente se impone otra sensación que os contaré mañana, antes de desaparecer en muchos sentidos por un breve periodo de tiempo. Las satisfacciones son garantía de que el blog seguirá y muchas de ellas las explicaba al dar las razones por las cuales escribo un blog. Sigo pensando lo mismo pero no sería yo si no sintiera permanentemente la sensación de que debo de cambiar algo.

Son tres blogs los que mantengo, éste, uno dedicado a dos de mis pasiones: la relación entre tecnología y derecho penal y otro hacia una de esas materias jurídicas que en su momento me atraparon y relacionadas con la cual hay dos proyectos ilusionantes, el derecho de extranjería

Para este año 2014 me había propuesto entre los tres blogs mantener una ratio de publicación cercana a la entrada diaria. No ha sido así. La realidad es que en este blog con esta serán 97 entradas frente a 94 escritas en el 2013, en el de derecho penal 26 frente a 25 y en el de extranjería 21 frente a 18. El incremento ha sido menor que el del salario mínimo interprofesional, que ya es decir.

No se trata de esos episodios que le pasan a todo bloguero por los cuales de repente no sabe bien de qué escribir; hay un considerable número de entradas en todos los blogs en borrador y otras pendientes de afrontar. La ratio tampoco es mala, 2-3 entradas a la semana que es la que habitualmente recomiendo a todo bloguero. Hay quien piensa que la calidad de los blogs es buena y ello implica trabajar (no siempre) las entradas. Incrementar la frecuencia de publicación y mantener el nivel implica tiempo, y si no he cumplido el objetivo marcado ha sido básicamente por ello. Si bien como indicaba intentaré incrementar la disciplina una vez reflexionado el rumbo del blog.

Y es que tengo la sensación de que el mundo blogger se agota. O de que lo que escribo no interesa tanto. O que no tengo muy claro sobre que materia escribir. O que estoy en un periodo más interiorizador en el que me apetece mostrar menos. Así que en mis habituales decisiones incoherentes quizás el cambio vaya por allí, por dar un paso más personal aún, sin dejar de compartir aquella información jurídica que entiendo que es importante que se conozca.

Lo que sí que es cierto es que cada vez se lee menos (no lo digo por las visitas, que se han mantenido similares a las de 2013) y de algún modo me niego a convertir un blog en un mero escaparate de cada vez menor contenido buscando meramente generar lo que vienen a llamar "marca personal". Quiero seguir transmitiendo, aunque como digo en estos momentos no sé muy bien qué.

Nos vemos en el 2015 (mañana publicaré una entrada distinta a la habitual, puramente personal) y espero tus sugerencias y comentarios.

Nota.- El título de esta entada no deja de ser una inocentada un día después del día de los inocentes, pues ayer no se hubiera entendido literalmente por estar los lectores sobre aviso. Y quizás ha motivado que entres a leer, aunque quizás no hayas llegado hasta aquí :)