De un tiempo a esta parte proliferan un determinado tipo de páginas web que tienen en común el poder facilitar el contacto de clientes con abogados a través de internet con el atractivo o enganche de poder formular una consulta que se resuelve gratuitamente. La persona que tiene un problema y quiere contactar con un abogado puede acceder a un listado de los mismos, habitualmente distribuidos por zonas geográficas y poder seleccionarlos de una lista que se le ofrece en el que aparecen ordenados de diverso modo. En el caso de abogalista que conozco yo existe un sistema de reputación sustentado sobre valoraciones (recibiendo puntos según diversas acciones) y recomendaciones de los usuarios. Se trata de páginas web cuyo modelo de negocio se sustenta en la venta de datos de contacto de los hipotéticos clientes, los consultantes, a los abogados que se muestran en la web, existiendo en la generalidad de ellos por tanto una posibilidad de presencia gratuita por el abogado y unos sistemas bonificados previo pago.
Entiendo que es parte de mi obligación profesional estar al tanto de las novedades que se producen en el sector, al conocer este tipo de webs pregunté su opinión a mi referencia en todo lo que tiene que ver con la abogacía e internet que no es otro que @luisabeledo la mayoría de las veces por delante de mi en el conocimiento de este tipo de cuestiones. Su respuesta consejo aparte de explicarme el sistema fue "pruebalo". Y efectivamente es lo que hice, no hay mejor manera de conocer algo que probarlo. También le pregunté a @lizanoabogada otra abogada y amiga presente en la web que me dió valiosos consejos para optimizar la presencia en la misma Ahora voy a trasladar aquí algunas reflexiones sobre el sistema, no sobre el de pago, sino sobre la presencia gratuita en los mismos, aunque referenciada al único caso que conozco, la web abogalista
1. Tipos de consulta. Lo primero a comentar es que las consultas son diversas y variadas, no pudiendo establecer, al menos yo desde mi experiencia personal y naturalmente parcial, áreas específicas que generen un mayor uso de este sistema por los ciudadanos con necesidades de servicios jurídicos. Sí que son mayoritariamente cuestiones asociadas a clientes individuales y particulares y no a empresas. Las son tanto de poca enjundia como algunas habitualmente complejas y de calado e importancia en el asunto a tratar.
Esto supone por tanto para el abogado la necesidad de precisar áreas de especialización (algo muy infrecuente en los abogados que utilizan estos servicios web) con el objetivo de no recibir consultas de las cuales no se tiene conocimiento jurídico (ya sé que la mayoría de los mortales piensan que los abogados saben de todo) pues resulta contraproducente al exponerle a una valoración negativa. También es importante y valorado la rapidez en la respuesta, lo cual solo puede hacerse desde una base de conocimiento jurídico previo de la cuestión, por no hablar de lo obvio, la calidad de la misma.
2. El usuario consulta a una pluralidad de abogados. Al tener un menú donde elegir sin necesidad de quedarse solo con un plato, el usuario suele hacer la consulta a diversos abogados (cosas del copypega), lo cual supone la conveniencia de una respuesta rápida. Las consultas llegan al mail, así que el abogado deberá ser alguien ágil en la gestión del mail (revisarlo y contestar con frecuencia) para no llegar más tarde que otros competidores.
3. Es muy habitual que el usuario se exprese con dificultad, incorrecciones técnicas y además no tiene la posibilidad de exhibir documentación. Esto supone que se suele partir de información deficiente que afecta a la respuesta jurídica que debe ser precisa y correcta, pues es lo que se nos demanda. Contestar sobre lo que conjeturamos que hay tras la incorrecta expresión del cliente nos puede llevar a dar una respuesta jurídica errónea y debemos ser conscientes de ello.
Además debemos tener en cuenta que el usuario va a recibir las respuestas de varios abogados, con lo que podrá comparar entre los mismos. La respuesta por tanto debe combinar ser entendible, amigable y técnicamente correcta.
4. Responsabilidad. Por mucho que nadie esté pagando nada, se está prestando un servicio a demanda con la consiguiente responsabilidad. ¿qué ocurre si damos una respuesta incorrecta y sobre ella el usuario toma una decisión que le supone un perjuicio?
Es más. ¿Chocan estos sistemas con la deontología profesional? El código deontológico impide el pago por captación de clientes.
Artículo 19.- Pagos por captación de clientela
El Abogado no podrá nunca pagar, exigir ni aceptar, comisiones, ni ningún otro tipo de compensación
a otro Abogado, ni a ninguna otra persona por haberle enviado un cliente o recomendado a posibles
clientes futuros
5. Fotografía. Como curiosidad comentar lo que en una conversación de gestores y usuarios de estos sistemas me comentaban. La fotografía es muy importante y puede decantar la elección. Digamos que los guapos (entiendase la ironía para no ofender a nadie ni ser sexista) tenemos más éxito. Y si no lo crees lee esto
En definitiva son sistemas manifiestamente mejorables pero inciden en una realidad que se va a imponer: directorios web de selección de servicios a los que acudirá con mayor frecuencia el cliente objetivo de muchos despachos.
Interesante artículo... Y esto es lo que nos espera? Trabajar gratis a ver si nos escogen a nosotros de entre un muro de fotos, y sin contar con toda la información del caso, porque la gente, muchas veces, no sabe explicar su situación?? En el despacho podemos consultar nosotros la documentación, pero on line, a ver¡¡ Subiéndonos al tren de las nuevas tecnologías... Gracias.
ResponderEliminarEste tipo de legaltech, market places, está en incremento y eso indica que cada vez más abogados lo usan. Veo muy necesario que el Consejo General de la Abogacía se pronuncie sobre los conflictos con la normativa deontológica, precisamente por el incremento de uso
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