martes, 27 de junio de 2017

HERRAMIENTAS COLABORATIVAS DE ABOGADOS

En la tercera edición del master de abogacía de la Universidad de Zaragoza en el que soy profesor de Tecnología Aplicada, es decir en el curso impartido durante 2016 y 2017 tenía que explicar a mis alumnos, entre tantas cosas imposibles de explicar en el exiguo tiempo conferido para ello, tan rimbombante cosa que da título a esta entrada "herramientas colaborativas". Entendí que la mejor manera de que aprendieran lo que era el aspecto colaborativo es que hicieran un trabajo colaborativo. Así que mi ejercicio de evaluación consistió en que cada subgrupo (de unos 25 alumnos) debían hacer un trabajo colaborativo y único entre todos ellos, consistente en la creación de una guía de recursos online para estudiantes del master de abogacía y abogados. El objetivo era luego, voluntariamente, crear una única guía partiendo del resultado previo de los cuatro subgrupos.

Tres de ellos hicieron un muy buen trabajo e incluso un excelente trabajo, aunque lo que más importa es lo que aprendieron haciendolo, que trabajando colaborativamente se obtienen mejores resultados y que se arbitran y encuentran maneras de articular las aportaciones, esfuerzos, habilidades, aptitudes y actitudes de las diferentes personas que integran el trabajo colaborativo y que no se trata de un trabajo que se obtiene como un monstruo de frankenstein (como definió un subgrupo) mediante la suma de pequeños trozos individuales, sino que se consigue un único todo individual.

El cuarto subgrupo directamente no llegó a participar en el experimento, aportando un truño gigantesco que solo pretendía tomarme por tonto.

El experimento de incorporar un ejercicio colaborativo que además supone también el enseñar otra mentalidad positiva y distinta de la actualmente imperante en el sector legal fue gratificante pero no valorado en un ambiente conservador y rígido como es de la Universidad máxime en el sector legal. Una lástima pues como indiqué en esta otra entrada la innovación legal debe producirse en todos los campos y de nada sirve que las Facultades de Derecho sean estancas y queden al margen los cambios que se están produciendo. Lo cierto es que ha existido una actitud reactiva cerrada y defensiva, por lo que no exploraré nuevamente estos caminos que sutilmente se me ha indicado que deje de recorrer (tristemente en una asignatura que debería alumbrar la innovación del cambio tecnológico). Y es que antes de empezar con el cambio debemos estar preparados mentalmente para el cambio. Y el sector no lo está.



Pero no me desanimo. Fruto de una conversación accidental en tuiter, pues como todo en tuiter es accidental, ha surgido una idea fascinante. Surge a raiz de un tuit de @kuartillo (caminante de la innovación legal) que reflexiona sobre lo que unos pocos pensamos, lo positivo de que haya experiencias de compartir conocimiento, donde la conversación deriva hacia qué herramientas tecnológicas facilitarían a aquellos abogados que están deseosos de poner en la práctica su mentalidad colaborativa el poder hacerlo, de donde surge el compromiso de retomar la idea poco más adelante.

Dicho y hecho, esta semana se ha iniciado una especie de foro de discusión (puedes participar en dicho foro de discusión a través de este enlace) que ha despertado un inusitado interés entre abogados que lo han conocido a través de las redes sociales. Actualmente se han generado otros hilos de discusión por materias específicas mientras se trabaja en diseñar los objetivos que nos lleven a crear un sistema que facilite el trabajo colaborativo, posibilitando entre otras cosas que se intercambie información o que se generen documentos colaborativamente, así mismo que puedan "conocerse" abogados interesados en un tema o cuestión para dicho intercambio colaborativo.

De una manera más rudimentaria es algo que llevamos unos años haciendo en la asociación de abogados extranjeristas en la cual intercambiamos información práctica; ayuda jurídica a compañeros; resoluciones judiciales de interés para el colectivo; generamos estrategias jurídicas de manera colaborativa; nos autoformamos y nos faltaría realizar documentos jurídicos colaborativamente.

Aunque el comienzo del foro de discusión está siendo un poco caótico (normal) dadas las reglas de Open Space (espacio abierto, es decir que no hay reglas), es emocionante observar que hay compañeros que les encanta la idea, dispuestos a aportar, a crear y sobre todo que tienen esa mentalidad colaborativa tan necesaria y tan poco frecuente en lo legal.

Seguro que salen grandes resultados de esta iniciativa

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