sábado, 24 de noviembre de 2012

HACIA LA CRIMINALIZACION DE LAS ACCIONES CIUDADANAS

Esta semana las redes sociales se soliviantaban al conocer que Telecinco denunciaba a Pablo Herreros , que inició una campaña en contra de la entrevista a la madre del Cuco en un programa de infausto recuerdo de la cadena, en virtud de la cual, se produjo la retirada de anunciantes del mismo lo que provoco la cancelación del programa (o más bien su reconversión en otro similar, en mi opinión)

La denuncia tiene poco fundamento juridico, intentando buscar una condena asimilando el canalizar la protesta de ciudadanos contra los anunciantes como un delito de coacciones o amenazas. Digo que tiene poco fuste pues supondria identificar al señor Pablo Herreros como una especie de lider capaz de movilizar a una masa de zombies sin criterio o por otro lado elevar a la categoría de superheroe a un simple ciudadano arrogandole el poder de hacer cambiar decisiones de marketing de poderosas empresas. Absurdo. Y peligroso, pues todo apunta a que la intención de Telecinco sea la de evitar comportamientos similares en el futuro. Ya veremos lo que depara el tránsito judicial y si esto produce efectos positivos para la cadena televisiva, cosa que dudo.

Como decía al principio lo que ha ocurrido es que la gente se vuelva a indignar con la cadena, y hoy tenia conocimiento de que otro anunciante Trivago ha decidido dejar de anunciarse en Telecinco. Me llama la atención del comunicado de Trivago (podeis leerlo en el enlace) que aproveche y denuncie que ha sido objeto de una campaña de acoso, refiriendose por tal a la recepción de quejas ciudadanas.

No se hasta que punto este comunicado no ha podido estar alentado por la propia cadena televisiva pues favorecería de algún modo el planteamiento de su denuncia frente a lo realmente expresado en su día por las marcas que se anunciaban en la Noria al expresar generalmente que querían retirar su publicidad por repugnarles el contenido del programa y que se asociara su marca al mismo. La diferencia es importante entre ambos conceptos, retirarse en consonancia con las criticas frente a retirarse por sentirse acosado por las criticas. Se ve claro ¿no?

Pero independientemente de ello me resulta repulsivo que una acción ciudadana, de las pocas que todavía podemos ejercer con cierta libertad, cual es la de elegir no consumir una marca o producto, así como más importante aun, el ejercicio de la libertad de expresión y la posibilidad de ejercer críticas razonables o señalar lo que no nos gusta de un comportamiento, sea identificado con un comportamiento delictivo.

Este pais parece sumido en una importante deriva en la que cada vez nos alejamos más de un estado de derecho y democrático, cuando criminalizamos las protestas ciudadanas. Y que decir tiene que me parece absolutamente lamentable el contenido del comunicado de Trivago. Aunque muchos ciudadanos se quedaran satisfechos con que retiren la publicidad sin percatarse de la gravedad de ese tipo de afirmaciones. Algo más grave en mi opinión, que entrevistar a la madre del Cuco.

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