Volviendo a la cuestión. Dentro de esa "selección natural" las redes sociales me han aproximado y me han facilitado relacionarme con juristas dinámicos, que miran hacia el futuro, que no son inmovillistas ni quieren quedarse como están, muchos de ellos introduciendo su pasión o interés por las nuevas tecnologías e internet. De hecho creo que es algo indisoluble y que diferencia al jurista moderno, avanzado y de futuro del conservador y tradicional.
Como es natural son mentes que no paran de pensar ideas, proyectos, la mayoría de ellos de carácter colaborativo. De unos meses a esta parte veo como muchas de esas ideas y proyectos empezando a dar los primeros pasos para su tangibilizacion y realización, como se va pasando del terreno de las ideas a ponerlas en practica. No es algo fácil, exige decidir, concentrar los esfuerzos, buscar buenos aliados o partners, priorizar, invertir sobre todo un bien tan escaso como el tiempo.
Aventuró un 2016 con una pequeña pero selecta muestra de esos proyectos viendo a luz y alumbrando el futuro por donde van a discurrir servicios legales de aquí en adelante. Algo se ha puesto en marcha definitivamente para el sector y es difícil que haya marcha atrás. También indica que es el momento de aprovechar las energías de esa corriente y de que el resto de los integrantes del sector se animen a esa concreción en la práctica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario