Anoche Salvados emitió un estremecedor programa de televisión de notable ejercicio de periodismo sobre el #CasoVanDerDussen una investigación y condena plagada de notables interrogantes por el cual un ciudadano holandés acusado y condenado por tres delitos de violación y robo con violencia ve tras doce años en prisión ve como prospera un recurso de revisión dado que la muestra de ADN recogida en una de las agresiones indica que el culpable es otra persona que además coincide con el retrato robot.
Muchas circunstancias que se cuentan de manera precisa en el programa de Salvados incurren en esta desgraciada circunstancia. La primera cómo la manera habitual de enfocar las investigaciones policiales conduce hacia la culpabilidad de un sospechoso. Se cuenta en el programa como ni la descripción física realizada por las víctimas ni el retrato robot coinciden con el detenido. Quienes hemos llevado investigaciones penales sabemos de como determinados reconocimientos mediante fotografía son manipulados indicando tendenciosamente quien es el sospechoso y las víctimas de delitos violentos pueden verse inducidas a reconocimientos erróneos (sobre el reconocimiento fotográfico). Los reconocimientos en rueda no tienen todos los requisitos mínimos de práctica con garantías y aun así pueden arrojar reconocimientos erróneos como explica de manera magistral Andreu Van den Eynde en esta entrada de su blog. Y por último qué decir de los reconocimientos en la sala del Juicio, un testigo o víctima que acude a un juicio va a tender a presuponer que quien está siendo acusado es por algo y por tanto pensar más en la culpabilidad que en la inocencia de quien se encuentra en sala, siendo por este hecho la mayoría de los reconocimientos en sala, habida cuenta además que entre la comisión de los hechos y el momento del juicio suele transcurrir bastante tiempo, lo normal es que la memoria pierda precisión y datos y el testigo se vea reforzado por esta circunstancia.
Lo cierto es que la mayoría de las investigaciones policiales se sustentan sobre la búsqueda de la confesión del acusado o sobre los reconocimientos, careciendo de mayor profundidad y búsqueda de pruebas periféricas.
Una de las grandes incógnitas no tratadas en el programa es como puede ser condenado sólo con un reconocimiento si la prueba de ADN es fallida y además tenía testigos que podían corroborar su coartada. La cuestión en este caso es ser conscientes que el sistema falla y que se condena a inocentes. Desgraciadamente a mi me ha pasado, ver como un defendido inocente es condenado. Y es uno de los momentos más duros que he podido vivir como abogado. No dejas de revisar y revisar todas las microdecisiones que has tomado en el proceso y a pesar de saber y ser consciente que has actuado con toda la diligencia procedente, no deja de ser atroz vivir una situación así.
Cuando me hacen la tópica pregunta de como puedes defender a un violador (o ponga el delito que usted quiera) siempre contesto lo mismo. Lo difícil es defender a un inocente, porque el peso de la responsabilidad es enorme porque eres consciente de que se dan situaciones como la que cuenta este programa, en las que se condena a inocentes. Lo cierto es quien hace esa pregunta tópica es parte de la culpa de esta situación pues da por hecho que el acusado de determinados delitos es culpable. En este país no existe la presunción de inocencia.
Y vemos que no existe la presunción de inocencia cuando con cada caso que genera alarma social se elevan olas de indignación y linchamiento, se hacen portadas con fotos de sospechosos que luego son inocentes sin que se les repare nunca de este daño. Pero claro, qué hacer cuando el propio Tribunal Supremo avala este tipo de comportamientos como se puede leer en esta noticia.
También se trata en el programa el escandaloso devenir procesal (laberinto judicial) que sucede tras el conocimiento de que la prueba de ADN tomada en una de las agresiones es identificada en Reino Unido con otra persona. Pasan años en un maremagnum de envíos y transiciones de juzgado a juzgado, a policía, etc. que habrán dejado estupefactos a los espectadores pero que tristemente escandalizan bien poco a los abogados "acostumbrados" a ver como pasan meses y años entre envío de juzgado a juzgado en este caso con la desgraciada consecuencia para el preso de acumular indebidamente años de prisión.
Años de prisión que además son de los más duros por el delito que es condenado. Este tipo de condenados son muy mal vistos por el resto de los presos en prisión, así ha tenido que sufrir constantes cambios de prisión y estar en régimen de aislamiento, por el cual pasan 23 horas encerrados en su celda y solo una hora de patio, régimen que como han denunciado muchas organizaciones genera notables perjuicios para los presos que están en esa situación.
Además como bien contaba el afectado, si estando en prisión mantienes tu inocencia esto te priva de conseguir beneficios penitenciarios como permisos de salida con lo cual te comes la condena con todo el rigor y como se viene a decir "a pulso".
Por último, el caso también nos indica las deficiencias del sistema de revisión de estas sentencias que sólo ha posibilitado que le sea anulada una condena (la de la agresión en que había muestra de ADN) y también del sistema de recursos cuando eres juzgado en Audiencia Provincial (tu segunda instancia se reduce a una casación ante el Tribunal Supremo que por sí mismo es un recurso de conocimiento limitado y no una apelación) y la ineficacia del recurso de amparo.
Un aberrante hecho que ha lesionado gravemente la vida de una persona y que le dejara notables perjuicios y secuelas para toda su vida, empezando porque a efectos formales sigue siendo un delincuente.
Lo peor de todo, que nada cambiará en el sistema
No hay comentarios:
Publicar un comentario