Acaba un 2017 que en lo que tiene que ver con los blogs que gestiono no ha sido muy fructífero. La cantidad de publicaciones se ha visto notablemente reducida siendo 47 en esta y en total con los tres blogs de 75 lo que hace en total una publicación cada casi cinco días, las cifras podrían ser peores pero la frecuencia debería ser mayor en un blog que está "sano".
Reflexionaba estos días pasados sobre el futuro de los blogs y eso no significa que mis blogs vayan a quedar ahí. 2018 debe ser un año en el que modificar aspectos del 2017 entre ellos dedicar más tiempo a mi mismo y dentro de ese tiempo puede haber tiempo para los blogs. Durante el 2017 el poner en marcha un despacho con un nuevo concepto ha atraido mis esfuerzos y siendo además que con el nuevo despacho Espacio Pangea Abogados hemos desarrollado actividades interesantes que podían haber alimentado perfectamente el blog, el trabajo realizado, las conclusiones y reflexiones no han tenido salida en el mismo. Ha habido una especie de disociación personal entre mi y esas experiencias y pocas ganas por contarlas, cierto agotamiento del mundo blog.
Así que estando en ese ejercicio de reenfocamiento y reubicación, si el mismo va como tiene que marchar, el 2018 tiene que ser un año de mayor presencia blogera, de más contenido y de más vida blogger.
Además que auténticos bloggers jurídicos de pro tengan un cierto cariño por tu blog siempre anima a continuar (vease el ranking de blogs jurídicos de Kontencioso) y estoy pensando en darle una vuelta al diseño aunque como viejuno que soy ya, le tengo cierto cariño a ese diseño torpe y poco elaborado que me recuerda mis ilusionados y esforzados inicios.
2018 también debería ser el año en que una idea (de tantas) germine y cuaje, la de organizar un evento que aglutine (modesta o más ambiciosamente) a blogueros jurídicos. Un par de ideas hay por ahí y si pongo la ilusión y esfuerzo adecuados deberían fructificar.
Feliz año y nos seguimos leyendo y viendo en la blogosfera
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