La ley de asistencia juridica gratuita regula lo que popular y equivocadamente es conocido como el turno de oficio, pues una cosa es que un abogado intervenga en virtud del turno y otra distinta que el usuario tenga reconocido el beneficio de justicia gratuita, o lo que en síntesis suponga que no tenga que abonar coste alguno por la intervención de dicho profesional.
De una primitiva intervención caritativa de los letrados, se paso a regular un sistema, el contenido en dicha ley que adolece de un defecto fundamental. Convirtiendose en una obligación de los Colegios Profesionales el prestar un servicio de estas características no se ha conseguido en ningun momento que los abogados que prestan efectivamente dicho servicio tengan una retribución adecuada, justa y digna.
Las motivaciones de cada cual para inscribirse en el servicio no dejan de ser personales, y plurales. Pero una parte importante de los letrados adscritos, lo somos porque entendemos que es una obligación etica y solidaria, lo cual no quita que unos pocos entendamos la importancia de que la misma sea dignificada. Los abogados voluntariamente damos cuerpo a ese servicio, aportamos nuestro conocimiento y profesionalidad, y financiamos el servicio al soportar los costes directamente, a adelantar la inversión necesaria, a poner nuestro tiempo y medios, para luego recibir una indigna retribución muchos meses (o años) después.
Estamos acostumbrados a que los integrantes del turno de oficio no seamos adecuadamente tratados. No somos bien tratados por una Administracion rácana. Estamos acostumbrados a sortear todo tipo de obstáculos y problemas generados en el trato con los Juzgados. Y también a que encima la ciudadanía estigmatice el servicio identificando a dichos letrados con inexpertos o faltos de pericia, algo totalmente alejado de la realidad por no hablar de lo radicalmente injusto de que quien se beneficia del sistema denigre a quien voluntariamente le presta su ayuda mediante el servicio.
Lo peor de todo es que a lo anterior debemos sumar también el mal trato dado por los propios compañeros integrantes del servicio, al no ser conscientes de la importancia de que como colectivo, defendamos nuestros derechos. La pasividad e inmovilidad contagia a los integrantes del servicio. La resignación, en un momento de crisis del sistema que aventura importantes recortes y dificultades. Si los propios abogados demuestran ser ineficaces ¿que imagen estamos dando?
Pues yo te lo diré, la imagen de que el sistema no funciona, que necesita un cambio ¡¡¡YA!!!... A las personas no nos interesan los problemas que tenga el turno de oficio que se les pague o que no, a las personas nos interesa que se nos de solución a nuestra situación que por h o por b es la que es, personas que se quieren divorciar y no pueden, etc, etc...
ResponderEliminarCreo que es importante el realizar un cambio de visión y mas importante aun darse cuenta del cambio de paradigma.
Para estar satisfechos todos, todos debemos ver lo mismo, en cada situación... la pregunta es a quien se quiere ver..., y sin duda el cliente debe de ser el centro de todo esto, de nada sirve ponerse a discutir si se cobra mas o menos cuando el que es el beneficiario de el servicio no esta satisfecho.
Lo primero Tresporcuatro agradecerte el comentario.
ResponderEliminarEn segundo lugar, lo que planteas no va reñido con lo que yo planteo. Desde luego que el usuario del servicio de justicia gratuita (no me gusta utilizar la palabra cliente, pues no hay relacion comercial) es el epicentro. Y me consta y así lo digo, que para los abogados que entienden el servicio como yo lo planteo, es así, y les preocupa sobremanera que reciban un servicio de calidad.
Lo cual no está reñido con la dignififacion, pues la lucha por la mejora de medios no es solo una cuestión de mejorar la retribucion, sino una mejora global que redundaría en una mejora directa para el ciudadano usuario.
Otra cosa distinta es que considero importante que se sepa que intentamos prestar una atención profesional de calidad, aunque por parte de la administración no recibamos lo mismo
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ResponderEliminarMira tresporcuatro, te voy a explicar como funciona esto porque parece que no lo sabes.
ResponderEliminarUn abogado de turno de oficio puede llevar 10, 20 o 30 años en la profesión con lo que cuenta con una experiencia más que acreditada.
Se le hace esperar un número determinado de años desde que se colegia para acceder al Turno de Oficio para que no realicen un servicio público personas que no estén preparadas.
Se le obliga a superar una serie de cursos especializados en cada materia para garantizar un servicio adecuado.
Se le retribuye con unos emolumentos que son 5, 6 o incluso 10 veces inferiores al precio de mercado cuando los casos pueden ser 5, 6, o incluso 10 veces más complejos y con mayor carga de trabajo.
Un Abogado, sea de Oficio o no, siempre tiene un plazo para entregar un escrito y esta obligado a cumplirlo escrupulosamente. Los Juzgados, remitiéndose a la expresión “estamos saturados” no se someten a plazo alguno, dilatándose los procedimientos sine die.
A cambio de todo lo anterior, el Abogado de Oficio, no dispone de medios, ni personales, ni materiales para realizar su función. Y con esto me refiero desde a que se le faciliten copia de las actuaciones, a disponer de un lugar medio digno en el Juzgado en el que atender a los usuarios de justicia gratuita y no en un pasillo, en el hall atestado de gente o directamente en la calle, a que tenga que realizar un montón de labores administrativas para que a la gente se le conceda la justicia gratuita etc etc.
Cuando señalas que a las personas no os interesa los problemas que tenga el Turno de Oficio, sobre si a los Abogados del Turno se les paga o no, deberías pensar que todo ello, al final, también redunda en tu beneficio, porque en muchos casos a la única persona que tienes de tu parte en ese procedimiento en el que te juegas tanto, es TÚ ABOGADO DE OFICIO. Cuantas más facilidades tenga este para realizar su labor, mejor te irá A TI.
Por eso te recomiendo que antes de formular una opinión tan a la ligera sobre determinados temas en el sentido de que a ti no te importa nada sobre nadie, y que lo único que te interesa es que las cosas funcionen, te informes un poquito sobre porqué y por quién las cosas no funcionan.
Gracias por vuestras replicas, sin duda sirven para conocer mejor la problemática destacada en el post. Por cierto de calidad dicho sea de paso.
ResponderEliminar@Alfredo Herranz según lo veo yo, es imposible dar un servicio de calidad, si los componentes que integran ese servicio no están satisfechos, ahí mismo tienes el ejemplo de @lukcy en el que se puede ver claramente su insatisfación, pero lo importante para mi como usuario del servicio, es que ademas de que todos los componentes del servicio sean tratados por igual, usuarios, abogados, etc... Deberia de plantearse un orden en el que el usuario este en el principio de todo, considerando los cambios a realizar pensando en como va a beneficiar/afectar las modificaciones al usuario, y acto seguido abogado, etc, etc, asi con el resto de componentes en escala.
Por otro lado @lucky eso de que cuanto mas facilidades tenga para realizar su labor mejor, dejame que discrepe al respecto, dado que esa objeción tan solo viene planteada por medios materiales, y en la mayor parte de casos, los medios mentales, pueden redundar en mayor beneficio para el usuario.
Claro, tresporcuatro, esa es la idea esencial, unas malas condiciones materiales de prestación del servicio, suponen irremediablemente un perjuicio para el usuario. Lo que expreso es que es la profesionalidad de los abogados integrantes del servicio la que hace que el usuario vea defendidos sus derechos, y eso lo hacen los abogados convencidos de la importancia del mismo, y que tienen un compromiso social.
ResponderEliminarTresporcuatro, la abogacía como cualquier otra profesion, es plurar. Te encontrarás de todo. Pero para la mayoría, el cliente es su desvelo. Es la razón de su trabajo. Solucionar su problema.
Tu crees que por ejemplo, en toda la semblanza que hace lucky de como se presta el servicio, no se traslada al usuario una falta de dignidad en la prestación del servicio? Y todo ello, no por culpa del abogado.
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