Ese día, con el detonante de un villancico cantado en las trincheras alemanas se impuso la humanidad frente a la brutalidad, y frente a la frialdad de la disciplina militar y la bestialidad de la guerra. Los soldados recuperaron su condición de personas y mostraron que la esencia del ser humano es la empatía, ayudar al otro y no matarse unos a otros en esa orgía de sangre y destrucción en la que fueron obligados a combatir. El individuo y su esencia frente a la imposición de terceros para los cuales el ser humano en su individualidad es algo que no hay que considerar. Por un día (una noche) brilló el individuo y la esperanza.
Con el recuerdo de un hecho especialmente significativo por lo metafórico del mismo, me gustaría poner en valor una actitud que debemos trasladar a nuestro día a día, sobre todo en la profesión que ejerzo, intentando imponer esa esencia como individuos de humanidad frente a la injusticia impuesta por entes impersonales para los que el individuo, el ciudadano, no importa. Salgamos de las masas en las que nos dicen lo que tenemos que hacer y pensar. Lo que es posible y lo imposible. Apliquemos nuestra esencia personal para actuar correctamente y en defensa de lo justo.
Y no lo hagamos sólo una noche. Únete a los grupos de ciudadanía organizada que ya existen empoderando la labor del individuo contra normas y situaciones que lo deshumanizan: desahucios, tasas judiciales, la reforma de la ley de seguridad ciudadana. Por "trincheras" en las que luchar no será. Y por tener compañeros con los que unirte en esa comunidad tampoco.
Pongamos en valor al individuo y toda su potencialidad para mejorar el bien común.
Los generales de ambos bandos se cabrearon tanto por esa confraternización, que a partir de ese momento ordenaron bombardear en el resto de las fiestas para evitar que los soldados salieran de las trincheras, los muy HDLGP...
ResponderEliminar¡FELICES FIESTAS, amigo!
Salud
Felices Fiestas Genin
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