¿DEBEN MOSTRARSE EN REDES SOCIALES LAS PREFERENCIAS POLÍTICAS O LA DEFENSA DE CAUSAS PSEUDOPOLITICAS?
Para afrontar esta cuestión debemos de tener claro que la política es algo consustancial al ser humano como ciudadano integrado en una comunidad. Tendemos a pensar despectivamente en la misma como algo delegado en los partidos políticos y en los denostados profesionales políticos pero todo ciudadano y más en estos últimos años tiene una acentuada dimensión política aunque naturalmente hay diferencias entre unos y otros. De ahí que nuestras acciones cuando salen de la esfera de nuestra vida familiar e íntima lo más normal es que tengan una trascendencia política. Por ello va a ser difícil desligar nuestra presencia en redes sociales de esta trascendencia política y aquellos perfiles que son rigurosos en no mostrar nada de este cariz van a ser sentidos como perfiles amputados a los que le falta algo para acabar de dimensionarlos, generando una disfunción en la percepción de los mismos. En este sentido considero positivo mostrarnos como animales políticos y comprometidos, si es que lo estamos, en la defensa de causas.
Sin embargo, en mi opinión la sociedad española carece de la adecuada cultura democrática que permite respetar las opiniones y opciones políticas ajenas, y se tiende mucho (no solo en esto) a la estigmatización y etiquetamiento atribuyendo prejuicios y valores negativos a aquellas preferencias ideológicas contrarias o distintas a las de uno, algo muy alentado por partidos políticos y determinados medios fomentando el conmigo o contra mí. Por eso, de manera complementaria a lo anterior y siendo conscientes de este déficit de tolerancia y respeto, aunque naturalmente ni lo comparto ni lo aplico en mi cotidianidad, puede ser conveniente no mostrar las preferencias de voto dato que puede quedar plenamente reservado aunque difícilmente realizando lo que indico en el primer párrafo vas a poder ocultar tus preferencias ideológicas (con esos clichés izquierda-derecha, derecha-izquierda), recordando uno de los axiomas de la comunicación: es imposible no comunicar.
Expuesto lo anterior, me atrevo a aconsejar la no conveniencia de entrar en discusiones ideológicas en las redes sociales, dado que la limitación de comunicación en las mismas y, el hecho, de ser un foro de una enorme publicidad, hace que se entiendan como una arena de batalla en la que imponerse al contrario y no como una oportunidad de ver posiciones distintas y crecer intelectualmente por lo que los efectos van a ser más negativos que positivos.
También hay que saber dosificar el mensaje, y así no veo eficaz el cansinismo (permítaseme el "palabro") y la reiteración cual profeta del advenimiento en su púlpito, aunque en este caso lo nocivo no venga tanto de la opción política sino del uso (abuso más bien) de las redes sociales, algo también bastante frecuente en redes.
Naturalmente no deja de ser una opción personal. Siempre digo que no quiero tener como clientes ni en mi entorno de relaciones alguien que no me valore por mis acciones personales y/o profesionales y que me prejuzgue por mi ideología sin saber diferenciar dichos planos pero precisamente las redes exceden de esos entornos más reducidos y más fácilmente controlables exponiéndote a la visión potencial de millones de usuarios por lo que es aconsejable una postura cauta al respecto.
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