Y compañera. Hace días que dilato esta entrada. Supongo que el confinamiento va haciendo efecto y se incrementa la pereza de escribir en el blog. Por otra parte, no veía nada malo en dilatarla, quizás el tiempo la convertía en innecesaria. Pero llevamos ya la tercera semana de afección a nuestros despachos profesionales y ya ha transcurrido tiempo más que suficiente.
Además de las afectaciones a la salud también la pandemia va a afectar a nuestro sistema económico y a todos los que lo integramos. Nuestro sistema no es lo suficientemente fuerte como para resisitr un golpe tan impactante y lo vamos a notar. Se evidenciara lo endeble del mismo y la falta de cimientos y estructuras. Y pocos sectores económicos o empresas se verán libres de ello.
Si algún sector lo va a notar de manera especialmente sensible es el de los autónomos y pequeñas empresas. Han sido animados durante años al emprendimiento como una alternativa al empleo por cuenta ajena, Probablemente sean los que menos capacidad estructural tengan para resistir el embate y además es escasa la estructura de recursos colectivos para defenderse, ni patronales, ni sindicatos ni similares. Sus números individuales tampoco son tan importantes como para merecer la atención de los políticos. Son por lo tanto, perfectamente prescindibles. Como todos aquellos parados de larga duración sobre todo mayores de 45 años que no importan a nadie.
LOS PROFESIONALES
Aún así, ahí va la apuesta, los autónomos tendrán más ayudas que los profesionales. Hay dos importantes diferencias entre ambos (hay más pero señalo dos). La primera la percepción social sobre los mismos. La sociedad piensa que los profesionales tienen el riñón bien cubierto, que son ricos vamos. Y no es cierto. Ya hace años que se viene diciendo a quien quiere oir que hay importantes situaciones de precariedad entre los mismos desde la crisis del 2008.
La segunda diferencia es que a diferencia de los autónomos, sí que los profesionales tienen sobre el papel estructuras colectivas: los colegios profesionales. Sin embargo, los mismos están apareciendo como perfectamente prescindibles, ineficientes y lo más importante desfasados. Eato es lo que me aventura a pensar que como digo más arriba, los autónomos tendrán más ayudas al final que los profesionales. Quienes deberían defenderlos y trasladar que están contra las cuerdas con sus negocios y su sustento cerrado, no lo hacen ni lo van a hacer.
LA RESPUESTA DE LOS COLEGIOS PROFESIONALES DE LA ABOGACIA
La misma ha sido diversa. No tengo conocimiento mas que de algunas, pero parece haber unos patrones similares de los que puedo sacar un mínimo común denominador.
Algunos (los menos) han decidido condonar el pago de las cuotas colegiales durante la situación del Estado de Alarma. Otros han decidido dar la posibilidad del aplazamiento de las cuotas, lo que evidencia que no se están enterando de nada, pues esto ya no es un paréntesis y a la vuelta vamos a continuar tan alegres como siempre, el mercado estará parado, los clientes desaparecidos y las juras de cuenta importarán todavía menos de lo que ya venían importando. Recuperarse de esta situación nos va a costar mucho tiempo. Respecto a los que no han tomado ninguna medida, mejor no hablar.
Intuyo que el factor de condonar, aplazar o no hacer nada, tiene mucho que ver con la situación financiera de esos mastodontes que llamamos Colegios. Si en estas situaciones evidencian que nos aportan poco, el animal no se mantiene solo y hay que seguir contribuyendo al mismo. Dependiendo del músculo financiero de la institución se podrá dejar más manga ancha o corta a quien lo alimenta (los colegiados). eso sí, lo que no puede negar nadie es que en esta situación de crisis en la primera economía que se piensa es en la de la institución. Se prefiere quebrar al colegiado antes que al Colegio. Se me dirá que al fin y al cabo la cuota no es tan elevada, pero eso no quita ni un ápice de verdad a la evidencia. El Colegio, la institución, por delante.
A este respecto, sería interesante saber si con los colegios cerrados han aplicado ERTEs o queémedidas de restructuración y reducción de gastos se han realizado. Mientras no lo comuniquen, la respuesta no puede ser otra que no han adoptado ninguna y no han buscado adaptarse a la situación actual.
Hay que saber entre lineas. Fijense como los argumentos son similares en muchos de ellos, lo cual evidencia que provienen de un ideario centralizado y que podemos ver también en la Carta abierta publicada hoy por la presidenta del Consejo General de la Abogacía y que luego analizaré someramente. El argumento es vergonzoso por lo falaz y lo que implica de maldad. Se dice que no puede aplicarse una medida general pues hay quien pueda pagar. Naturalmente que hay quien puede pagar y que la situación financiera es diferente en cada uno. Pero pasan por alto que al menos el 89% (los pequeños despachos) presumiblemente han sufrido un golpe brutal. Y son más que los que pueden pagar sin problemas.
Algo similar pasa con la Mutualidad para quienes están en el sistema. La misma ha ofrecido un aplzamiento, que por el mismo argumento que he expresado anteriormente no es solución. Pero muy probablemente su estado financiero permita pocas alegrías y solo pueda sustentarse actualmente con las aportaciones que hagamos cada mes. Mucho me temo que con la caída de la Bolsa nuestro patrimonio esté notablemente mermado y cercano a la quiebra.
SITUACION EXTRAORDINARIA Y RESPUESTA ORDINARIA
Imaginemos que estemos en un Apocalipsis Zombie y nos hemos agrupado para sobrevivir y quien se erige en liderar el grupo nos plantea acciones y decisiones como si estuvieramos en una acampada scout. No haremos ninguna vigilancia y cantaremos alegres canciones alrededor de la hoguera. Duraremos poco.
Algunos colegios de abogados sacan pecho diciendo que han incrementado las partidas de ayudas excepcionales. Unas partidas que tienen mucho de caridad y poco de solución solidaria y que (por lo que yo se) no suelen usarse. Y que ademas están pensadas para casos concretos excepcionales. Mi Colegio saca pecho de haberla incrementado de 15000 a 45000 euros, 30000 euros. Somos 3000 colegiados (aprox). El incremento por tanto es de 10 euros por colegiado. 10 euros por colegiado. Si digo lo que pienso de sacar pecho y encima ponerse medallas en los medios de comunicación como si estuvieran haciendo algo efectivo, me abren un expediente sancionador.
Quince días son más que suficiente para que quienes voluntariamente quisieron erigirse en líderes de un colectivo entiendan que estamos en una situación extraordinaria y que no podemos responder con medidas ordinarias, que esto no va de aplazar cuotas, ni de caridad asistencial excepcional. Que esto va de un golpe fuertisimo a los pequeños despachos que son los que mayoritariamente integran el colectivo. Que no tiene sentido una agrupación colectiva que viva de espaldas a esto, porque cuando se necesita una respuesta del colectivo, la fuerza del grupo, no existe.
LA CARTA
Como decía, hoy se nos publica una Carta Abierta por parte de Victoria Ortega presidenta del Consejo General de la Abogacía Española, si leen la misma verán que antepone la abogacía institucional, que habla de que está sometida a un test de extrés pero obvia el test de estrés que están (estamos) pasando todos los pequeños despachos, habla de exigir medidas de económicas similares a las de otros colectivos de la misma naturaleza (¿cuales son esas medidas? ¿cuales son esos colectivos?) y del éxito de estar en la Comisión de la Coordinación de la Justicia (¿que se esta trasladando? ¿qué se esta coordinando?). y otras cuestiones que voy a evitar comentar..
Como digo ni una respuesta a la dramática situación en que se encuentran los despachos en esta situación, ni un amago de planificación o trabajo al respecto, ni una medida innovadora o ilusionante, ni una perspectiva de como digo, entender que esto es una situación extraordinaria, ni el más mínimo cambio al respecto, ni la más mínima reflexión o autocrítica sobre el sentir expresado por muchos de ser una #AbogaciaAbandonada
PIDE LAS (INSUFICIENTES) AYUDAN QUE TE OFRECEN
Si has llegado hasta el final y compartes lo que he ido escribiendo, te pido por favor que utilices y pidas las (insuficientes) ayudas que te ofrezca la abogacía institucional. Y que cuando las pidas manifiestes lo que piensas al respecto. Durante el mes de abril incluso te dejare un modelo que puedas adaptar y usar.
Y lo pido porque si no se solicitan, habrá quien será capaz de decir que no estaría tan mal la cosa que ni siquiera se han pedido los aplazamientos y ayudas. Que sabemos que hay quien puede ser tan mierdas para decirlo.
Y pide ayuda a tus compañeros y compañeras. Que esos sí que se van a preocupar por ti.
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