De vez en cuando me topo con lectores de este blog. Me dicen que lo siguen, que les gusta leerlo y no puedo dejar de sentir siempre un poco de rubor todavía, a pesar de llevar un par de años de esto. El último de ellos, me señalaba valentía al decir y dejar por escrito ciertas cosas. Palabras parecidas me han dicho en otros momentos. Igual soy un inconsciente pero no veo valentía alguna en lo que hago. Tampoco creo que muchas reflexiones personales que recojo puedan generarme dificultades. Es cierto que determinadas cosas pueden ser incómodas, pero es mi manera de ser. Creo que siempre y cuando las cosas se digan en momento y lugar oportuno, con las palabras adecuadas y sin ánimo de faltar al respeto, hay que ser claros y decir lo que se piensa.
Así que hoy quiero aprovechar este espacio para hablar de una iniciativa: se llama Dignidad Concursal y aquí pueden leer su web-blog. El movimiento agrupa a un colectivo de afectados por procedimientos concursales en Zaragoza, esencialmente empresas concursadas entiendo y su objetivo es entre otros denunciar irregularidades y malas prácticas relacionadas en nuestra ciudad con los procedimientos concursales. La lectura de su web es terrorífica en la exposición de muchas de estas irregularidades que se llevan cometiendo desde hace años sin que haya nadie que haga nada. NADA.
Tengo formación en concursal, ahora además en mediación para la mediación concursal, hace años que integro la lista de administradores concursales y he intervenido en concursos, tanto llevando a acreedores (trabajadores y empresas) tanto como abogado de concursada. A pesar de llevar años en la lista de administradores solo me designaron en un procedimiento concursal. El instinto me hizo renunciar a la designación. Algo me olía a chamusquina en ese proceso.
Uno ve cosas que le llaman la atención, como el aparente desequilibrio en las designaciones de administradores concursales, es decir, que la mayoría de los concursos se los llevan los mismos. Pero está convencido que otros con más responsabilidades de control ven más y no hacen nada.
Me gusta el planteamiento de Dignidad Concursal que pueden leer en esta entrada de su web porque creo esencial que hay que comunicar las irregularidades de las cuales se puedan conocer, al margen de otras acciones que se puedan realizar. Además porque lo que subyace en ese movimiento son también empresarios preocupados por la viabilidad de sus empresas, o conscientes de que sus empresas podían haberse salvado mediante un procedimiento concursal si se hubiera desarrollado como se tenía que desarrollar.
Los ciudadanos son poco conscientes de los perjuicios que se generan para todos, sí para TODOS, con las irregularidades que se dan en muchos campos de este país, y se tiende a pensar de una manera ESTUPIDA que cuando se denuncian cosas (como cuando los abogados denunciamos los perniciosos efectos de las tasas judiciales) se hacen por intereses propios, cuando se están defiendo intereses colectivos, insisto DE TODOS. Un procedimiento concursal no afecta solo a la empresa concursada, afecta a personas, a sus propietarios, socios, directivos, a sus trabajadores, a las empresas acreedoras, a sus personas, etc. El efecto se extiende. Que funcionen bien las cosas es positivo para todos.
Que funcionen mal, como ellos denuncian, solo es positivo para unos pocos.
Y creo que es un buen elemento de medida de la podredumbre de este país, que este tipo de acciones de denuncia, sean vistas como excepcionales y propias de "valientes". Eso dice mucho y mal de nuestra pasiva sociedad.
Este tipo de acciones debería ser lo normal. No lo excepcional. Y ser apoyadas, en vez de encontrar todo tipo de trabas y obstáculos.
Yo hice un curso de concursa hace 3 años. En una de las charlas, un juez de la Audiencia de Murcia admitía que la mayoría de veces a los administradores se les elige a dedo, que comprendía que fuera una práctica discutible, pero que los jueces lo hacían porque ya tenían confianza en una serie de letrados que les habían llevado otros casos de manera satisfactoria.
ResponderEliminarEsa es la excusa que dan todos
EliminarHola Alfredo: En primer lugar, en nombre de Dignidad Concursal queremos agradecerte por dedicar un post a este asunto y las líneas que nos dedicas.
ResponderEliminarComo bien dices, los perjuicios que se generan en los procesos concursales los sufre toda la sociedad, no solo el concursado. Si se actuara con más celeridad y más rigor, posiblemente el desempleo sería menor, la AEAT y resto de AA. PP. cobrarían más tributos y otras empresas no sufrirían impagados que a su vez pueden generar una nueva insolvencia.
Por eso, es fundamental que si se producen situaciones anormales en el funcionamiento de la justicia o de las instituciones haya un régimen de supervisión y corrección que funcione. De nada sirve si se legisla en este sentido pero se obstaculiza su cumplimiento, sin que nadie haga nada. Solo beneficia a unos pocos y disuade al resto.
Felicitarte por último por el tiempo que dedicas a compartir conocimiento propio, a divulgar el de terceros y en la lucha contra las tasas judiciales.
Gracias a vosotros tambien. Hago un paralelismo con el procedimiento monitorio. Siempre me pareció una buena idea que facilitara reducir la morosidad y que el acreedor tuviera un mecanismo eficaz judicial de cobro, y el nulo interés judicial por estas cuestiones. Cuan importante es para una empresa poder tener medios efectivos de cobro y que perjudicial ha sido para muchas los altos indices de morosidad.
EliminarCon el ambito concursal más de lo mismo.
Respecto al control de las irregularidades mi escepticismo es bastante elevado en relación a las inspecciones del CGPJ. Muy gorda tiene que ser la cosa para que hagan algo