Por lo visto hoy es el Día Europeo de la Mediación, así que aprovecho y recojo unas reflexiones sobre la relación entre los abogados y la mediación. Como abogado y persona formada en mediación, me resulta llamativo como se relacionan ambos mundos. Así percibo en muchos compañeros una radical frontalidad y hostilidad a la mediación, incluso en muchos de ellos, es normal que se haga gala como un mérito de estar contra la mediación. Por otra parte, muchos abogados, en mi opinión equivocadamente, se acercan a la mediación y se están formando en la misma como si fuera un campo de negocio que les va a salvar sus cuentas de resultados.
Que elementos comunes tienen ambas posiciones? el desconocimiento de lo que es la mediación. Mi primer contacto con la mediación fue en el 2002, en el marco de un proyecto de mediación intercultural; allí fue donde descubrí la mediación y reconozco que me fascinó. Añado también que cuanto uno percibe en mayor medida las deficiencias del sistema tradicional de resolución de conflictos, la administración de Justicia, uno percibe en mayor medida los beneficios de la mediación, como sistema de resolución alternativa de conflictos.
Creo que como digo la clave para el éxito de la mediación está en el conocimiento de la misma. Así lo entienden las instituciones, pero adoptan una desidia al respecto de dicha labor de difusión y comunicación delegandola en los profesionales de la mediación, que ni tienen la capacidad ni son los responsables para realizar tal labor. Eso hace que muchos abogados, desde el desconocimiento de la misma, la perciban con hostilidad.
En esa incomprensión también incide un elemento característico de un elevado número de abogados. La inmensa mayoría de los mismos carecen de un pensamiento y planteamiento cooperativo, porque nadie se lo ha enseñado. La mediación se sustenta sobre un planteamiento cooperativo de ganar-ganar. Otro elemento más de discordia.
Resulta que tanto el trabajo de abogado, al menos como yo lo entiendo, y el de mediador tienen elementos comunes. Trabajan con conflictos y deben generar soluciones. Respecto al papel del mediador como generador de soluciones no es pacífico, pero yo entiendo que debe ayudar en dicha generación. Eso nos debería ayudar a entender la potencialidad de la mediación para nuestro trabajo como abogado.
Por último recojo otro elemento distorsionador en esta relación: en mi opinión es difícil compatibilizar la función de abogado y de mediador, son dos profesiones distintas, y si se interviene como mediador se ha de quitar uno el "chip" de abogado, lo cual no es fácil ni está al alcance de todos. No todos valemos para hacer mediación, como no todo el mundo vale para ser abogado. Lo que no quita que como he dicho en algún otro lugar de este blog, el aprendizaje de herramientas y habilidades de la mediación, mejora al abogado, de la misma manera que nos mejora como personas.
Como reflexión final creo necesario y conveniente que los abogados conozcan lo que es la mediación, y deberían ser conscientes de las posibilidades que desde esa perspectiva cooperativa les ofrece como abogados. Si queremos la mejor solución para nuestros clientes, la misma será aquella a la que lleguen ellos, las partes, con ellos mismos y en un proceso en el que prima la igualdad y la resolución pacífica de los conflictos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario