domingo, 27 de abril de 2014

USO DE TWITTER POR ABOGADOS

En julio de 2014 se cumplirán 3 años desde que abri mi cuenta en tuiter. Como pasa el tiempo. Como tantas otras redes sociales, uno evoluciona durante ese tiempo y pasa por diferentes fases. Curiosamente veo que otros abogados con cuenta de twitter con los que me relaciono habitualmente, están llegando a unas conclusiones similares a las que explico a continuación. Twitter se está haciendo más aburrido para nosotros.

Falta la frescura que en otros momentos encontraba. Demasiada gente ha leído que ha de tener cuidado con lo que escribe en la red social y el contenido que ofrece, generandose un prototipo de perfil de tuiter muy aséptico, poco comprometido, aburrido. Desde luego que uno ha de ser consciente que está en una red pública, pero no ha de tuitear con miedo o siguiendo los dictados de unos pretendidos expertos, la mayoría de los cuales son unos ignorantes.

No hay prácticamente divergencias y por lo tanto ausencia de debate. Muy probablemente por lo que expreso en el párrafo anterior. Los abogados tienen miedo de posicionarse o de que ese posicionamiento les acarree consecuencias negativas. También parecen huir de posibles conflictos o de ese clima de excesivo edulcoramiento que parece impregnar esta zona de twitter. Es bueno recordarles que el conflicto no es necesariamente negativo y que se puede discrepar sin ofender.

Esto conduce a que la generalidad de los comportamientos de los abogados en twitter son muy estereotipados y poco naturales, reiterativos y estereotipados, sin naturalidad y por tanto artificiosos. Y esto nos ha llevado a un exceso de conductas laudatorias y a un edulcoramiento de las relaciones, muy distinto y alejado de lo que nos ofrece la realidad del trato en el denominado 1.0.

Esto afecta a la información y contenido, al aprendizaje, algo que siempre he destacado como una ventaja de twitter. Si la mayoría de los tuits que se vierten son más propios de conversación de ascensor, el aprendizaje se resiente.

Quizás no sean más que fases, como todos las hemos pasado en tuiter. Sigo pensando en las bondades de la herramienta que ya describí en esta otra entrada a la que añadiría una reflexión compartida en el tapas and tweets de Zaragoza sobre moda y sobre la que escribí ayer aquí la de que el uso de las redes sociales es una oportunidad para personalizar la relación profesional, para que nuestros clientes puedan dimensionarnos en una perspectiva cotidiana y humana y que ese mejor conocimiento de nosotros nos beneficie.

Pero claro, esta personalización, no se puede hacer desde estereotipos caramelizados.

De todos modos que quieren que les diga, como me describió @lidiazommer en su blog al hablar de los tipos de usuarios en redes sociales, soy un crítico :)

4 comentarios:

  1. Estimado compañero:
    Estoy en parte de acuerdo contigo.
    Pero la razón creo que es otra. El mundo virtual y el mundo real son muy parecidos. La mayoría de los abogados, en el mundo real, no discute en público de temas polémicos sino que se limita a aprender de los demás, a divulgar sus conocimientos y, a veces, a debatir algún tema. Pero nada más.
    Eso es lo que ocurre en twitter. Yo entré en twitter hace poco (no recuerdo, pero menos de un año) y lo utilizo como fuente de información y a la vez para compartir lo que creo interesante. Pero, al igual que en mi vida real no suelo entrar a discutir en público, "orbi et orbe", sobre lo que pueda pensar sobre tal o cual cuestión, pues tampoco lo hago en el mundo virtual. Sí suelo -y creo que casi todo el mundo lo hace- opinar "en Derecho" sobre cualquier tema.
    De todos modos, sí creo que esta forma de actuar perjudica. No hay más que bucear un poco para ver que gente que dice poco pero muy polémico, tiene mucha más repercusión que otros que no entran en ese tipo de temas pero que en cambio pueden aportar temas de mayor calidad. Pero, en fin, todo depende del objetivo que uno tenga en redes sociales: el mío se limita a aprender y divulgar y me da igual tener muchos, pocos o ningún seguidor.
    Un cordial saludo y enhorabuena por el blog, que sigo de vez en cuando (ya sabes, el exceso de información nos impide leerlo todo, :)

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    1. gracias por tu comentario y por leer el blog.

      En tu caso simplemente trasladas lo que expresas que es tu comportamiento habitual a las redes sociales, lo cual es positivo, pues indica que te comportas con naturalidad y tal y como eres.

      Lo que yo expreso son comportamientos que entiendo poco naturales o forzados, en ese estereotipo edulcorado que digo.

      Antes era más habitual y frecuente que saliera un tema y que la gente se "mojara". Todos los posts gustan y es rato que alguien señale que discrepa o que no le ha gustado. Acaso es posible que algo que escriba yo, por ejemplo, le guste a todo al mundo? es imposible.

      Respecto a la repercusión de los "polémicos" en mi opinión no es tanta como piensas.

      Respecto a los seguidores reitero lo que ya he dicho en otras ocasiones. No importa el número de los mismos sino la calidad de los mismos.

      Un saludo :)

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  2. Querido Alfredo:

    Muchas gracias por la cita. Creo que las redes sociales son una herramienta, como el martillo. Uno puede construir una catedral o machacarse un dedo. Todo depende de cómo se use y de los objetivos que se planteen...

    El comportamiento de nuestro sector online no es otra cosa que la muestra de la cultura que tenemos.

    Sin embargo, si quieres frescura: menos Twitter y más cervecita con amigos!

    Un abrazo

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    1. Lidia, solo te ha faltado decirme que si quiero frescura me pasee por el Polo Norte :)

      Efectivamente, hay que tener cuidado con el contenido de lo que ponemos en redes sociales. Y si además pensamos como negocio, tener una estrategia de comunicación.

      Una cosa son cuentas en redes sociales de despachos u organizaciones, y otras cuentas de abogados individuales. Aunque en ambos casos hay que cuidar el contenido, insisto.

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