El otro día leí una opinión en tuiter de la que discrepo profundamente. Expresaba literalmente "Las criticas nunca conducen a mejorar nada".
Mi discrepancia es obligada. Si lees esta entrada del blog de Mirada 360 en el que se clasifica a usuarios de redes sociales según su comportamiento verás que soy puesto como ejemplo de usuario crítico pero no con un sentido negativo, sino como usuarios que desde la discrepancia aportan contenido e información con el ánimo de construir y mejorar. Si lees habitualmente este blog sabes que uno de los adjetivos con el que puede definirse es precisamente ese, es un blog crítico.
Casualmente al día siguiente de la expresada discrepancia en tuiter aparecía esta noticia en el formato on line de el Heraldo de Aragón en el que se recogía un movimiento de solidaridad en redes sociales. Una persona que está pasando una muy mala situación económica anunciaba un trueque de zapatos de caballero por seis litros de leche, publicó la oferta en facebook pero se equivoco de grupo y fue publicada en un nutrido grupo de facebook zaragozano. El comentario fue borrado por el administrador y se generó un auténtico efecto Streisand ante dicho borrado con la consecuencia de una importante reacción solidaria con la familia afectada. El ejemplo es perfecto. Si no se llegan a producir críticas ante el borrado del comentario, no se hubiera producido el efecto streisand. El efecto Streisand es un acto de pura crítica que reacciona ante comportamientos que son asociados a censura o a hurtar información relevante. En este caso, ha tenido un claro efecto positivo.
En estos días también he tenido un problema personal con Orange. En uno de esos arrebatos y a pesar de que fui engañado hace unos meses por una comercial telefónica, decidí mantener la línea de teléfono móvil y adsl con ellos, mejorando condiciones y cogiendo un Ipad Air 2. Llegado el día de la entrega se había servido un modelo inferior. Me quejé en tuiter y quien respondió desde el servicio de atención al cliente a través de las redes sociales no lo hizo adecuadamente generando un lío importante. El problema no se solucionaba, asomaba la desidia, en la tienda seguía el ipad incorrecto sin devolver, inconcebiblemente no me querían dar un documento en el que se recogiese que no me habían entregado el Ipad, así que mi cabreó fue en aumento y volqué mi descontento en críticas en las redes sociales contando todo lo que estaba pasando recibiendo el empujón de algunos seguidores. A las poquísimas horas tenía mi Ipad, algo que en palabras del que me lo entregó era algo que no había visto nunca. Si no me llego a quejar, para rato tengo hoy el Ipad y para días me lo entregan.
Así que las críticas pueden ser positivas. Todo dependerá del ánimo en que se hagan. Pero muchas críticas lo son precisamente con la intención de corregir situaciones o hechos incorrectos, o de mejorar procedimientos.
Lastimosamente se impone en redes sociales un almibarado posicionamiento según el cual no puedes decir una palabra más alta que otra o discrepar, todo ello naturalmente sin perder el respeto. Hay muy pocos usuarios que realmente se muestren como son, sin dobleces ni falsedades ni dando una permanente e irreal cara de pensamiento positivo desmedido.
Algo que me aburre soberanamente y me hace valorar más esos perfiles que son honestos, dicen lo que piensan y se muestran realmente tal y como son
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