miércoles, 4 de diciembre de 2013

COACHING, GESTION EMOCIONAL Y VENDEHUMOS

Vaya por delante que creo en la importancia de la gestión de las emociones y en la formación en inteligencia emocional, una carencia que tiene nuestro sistema educativo y por lo tanto de nuestro desarrollo personal. Quien me conoce muy personalmente me ha oído hablar de ello, de como no estamos educados para gestionar nuestras emociones, y de como me siento un ser extraño en el mundo al no compartir las claves por las que se mueve mi entorno. Y de mi batalla perdida con esta cuestión, pero esto no es algo que de lo que competa hablar aquí :)

Dicho lo anterior debo decir que me genera urticaria la avalancha de expertos en coaching emocional (puede ver aquí la página de la wikipedia al respecto), sesiones, actos y eventos en la materia, que han surgido en los últimos tiempos y que me parecen un lavado de cara tan propio de este país, por el cual, de repente algo se pone de moda y ha de realizarlo todo el mundo sin importar la calidad de estas acciones formativas y sobre todo la efectiva creencia en las mismas, asimilación e implantación en directivos, profesionales y empresas.

Digo esto porque asisto involuntariamente durante estos días en mi TL de tuiter a este tipo de actos de glorificación de una empresa de mi comunidad que no voy a citar, que para cualquier desconocedor de la misma, generarán la impresión de una empresa moderna, que se preocupa por la gestión de las emociones en el trabajo y por lo tanto con un excelente clima laboral. Nada más lejos de la realidad.

Si tienen un laboralista a mano, pregúntele por los sectores laborales donde se encuentran las empresas más mafiosas. Estoy convencido que como los dentistas, 9 de cada 10 laboralistas le dirán ese sector en concreto. De este sector en Aragón, la empresa a la que yo (no digo que sea la que más pero si la que más he visto yo) con peores prácticas en ese sector, es a la que refiero. Y ahí la tenemos, mientras utiliza prácticas mafiosas conducentes a pésimas condiciones remuneratorias de sus trabajadores, estará gastando un buen dinero en unos cursos motivacionales y de gestión de emociones no sé muy bien a quien y por qué.

Poco avanzará nuestro sistema empresarial con vendehumos, y me refiero a quien se da por "coachizado" sin haber interiorizado y llevado a la práctica las enseñanzas de la gestión emocional y se limita a intentar vendernos una imagen de lo que no es, que además el espejo de la dura realidad no tarda en desmontar.

El lector habitual de este blog sabe que no suelo utilizarlo como palangana. Pero hoy tengo el día flojo y ha tocado.

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