Uno de los prejuicios más extendidos en torno a los abogados que integran el turno de oficio es que los mismos son poco capacitados, sin experiencia y de mala calidad. No puede haber un prejuicio más injusto y a la par más revelador de la estupidez de quien piensa así.
La integración al turno de oficio es voluntaria, al menos de momento, si bien puede haber lugares donde esto no sea así, dado que la organización de los turnos de oficio corresponde a cada Colegio de Abogados. Como ya he dicho en otras ocasiones la motivación para la adscripcion es variada dado que depende de la libertad individual de cada abogado de pertenecer o no pertenecer al turno. Lo cierto es, que la gran mayoría de ellos, lo integran por un compromiso para con la sociedad, aportando sus conocimientos para que todos los ciudadanos, independientemente de sus recursos económicos, tengan garantizada una defensa de calidad.
Para integrar el turno de oficio se exige tener una experiencia de varios años de ejercicio, así como superar un curso formativo de acceso. Lo mismo ocurre con turnos específicos que se van creando o servicios en relacion a materias concretas, que acaban integrados por los mejores profesionales de la ciudad en la materia, en los cuales además de formación especializada para su pertenencia se arbitra formación continuada, para la constante actualización de los conocimientos de los letrados.
Los abogados que lo integran, tienen sus propios despachos (o ejercen en despachos colectivos o de terceros), siendo su labor como pertenecientes al turno, una faceta más de su ejercicio profesional. Es también falso que quien integre el turno sea quien no tenga clientes propios. Es habitual que se homenajee a compañeros de larga trayectoria, el año pasado, varios compañeros fueron objeto de agasajo por haber pertenecido más de 50 años al turno de oficio. Merecido homenaje para un compromiso social que tantos sinsabores tiene pues habitualmente existe esa generalización propia de ignorantes, a que hacía referencia en el primer párrafo, y que no cuadra con la realidad. El abogado del turno ha de ser valorado individualmente, y su calidad será la misma preste el servicio a traves del turno o porque haya sido contratado directamente. El que es bueno, es bueno, y el que es malo es malo, siempre.
No deja de ser frecuente la manifestación de tal ignorancia, cuando se aduce que el abogado del turno no presta interés, no tiene conocimientos adecuados ni experiencia, etc. Más que eso es notablemente injusta para abogados que sustentan sobre sus espaldas tal servicio publico, y financian por adelantado los costes estructurales del mismo, para luego cobrar una mediocre indemnización por su trabajo especializado.
Sin embargo, nadie hace el esfuerzo de clarificar y vender la calidad del abogado del turno de oficio, sino que muchos parecen beneficiarse de la existencia de tales prejuicios. ¿Radicará ahí el problema?
Muy de acuerdo contigo compañero.
ResponderEliminarUn saludo desde Málaga
Ricardo Rey
Gracias Ricardo. Toca tiempo de pelear TAMBIEN por nuestros derechos
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