En esta tarde de convalecencia y descanso obligado me encuentro en tuiter con esas cosas que despiertan mi interés por conjugar varias de las cosas que me fascinan: los delitos por internet, la ironia y algun que otro comportamiento "de orden" repudiable.
@FacuDiazT es un chaval de 19 años al que sigo con mi otra cuenta de tuiter. Su tono general es jocoso y de broma, con una acidez crítica hacia actitudes de derecha. Con mi otra cuenta sigo a unas 40 cuentas. Eso dice bastante bueno sobre él.
Esta tarde tuiteaba con ironía su citación para ir a declarar a comisaría por algo relacionado con su actividad con dicha cuenta. Luego en la misma ha tenido conocimiento de que se trataba de una denuncia interpuesta por el "periodista" Carlos Cuesta y una abogada de manos limpias. Ha surgido una reacción entre otras cuentas, con algunos ingeniosos comentarios en el Hashtag #prayforfacu.
El motivo de esta entrada es doble. El primero hacerle llegar a @FacuDiazT alguna información por si le sirve de utilidad. Siempre y cuando lea esta entrada claro. Lo primero que he de decirle es que independientemente de su tono jocoso, no ha de perder la seriedad de verse sometido a un procedimiento penal y de ahí la necesidad de asesorarse, y para tal, que se entreviste tranquilamente con el abogado que le ha sido asignado de oficio o con el que designe libremente si es su decisión. Los abogados somos los que debemos transmitir la información objetiva y esencial sobre cual puede ser la evolución del proceso.
Lo segundo, que ha sido inteligente, si como parece deducirse de sus tuits no ha declarado. Es conveniente hacer la declaración cuando se tiene toda la información del procedimiento, cosa que habitualmente no se tiene cuando uno comparece (o ha sido detenido) en comisaría. De esta manera prepara uno mejor su defensa.
En tercer lugar, vistos los tuits por los que ha sido denunciado, el tema parece de escasa o nula trascendencia. El delito de amenazas exige un elemento subjetivo cual es de por un lado efectivamente tener la intención de amenazar a alguien, lo que va unido al dolo necesario, pero por otra parte, dicho elemento subjetivo se traduce en que la acción amenazante verdaderamente genere una situación de desasosiego suficiente en el sujeto que es objeto de la amenaza. Ello va indisolublemente unido a una valoración sobre la acción concreta y sobres las características del autor, para ver si favorecen a creer la realidad de la amenaza o más bien no.
Para que se entienda, no es lo mismo que esos tuits los haya realizado alguien perteneciente a un grupo terrorista, de lo que se podría deducir la realidad de que se quisiera amenazar o de que el mal se hiciera efectivo, o de que con toda probabilidad nos produciriía un desasosiego pensando en que efectivamente se iba a hacer tal cosa, a que se haga en la cuenta de un chaval de 19 años y que el 99% de sus tuits hayan sido broma.
Por otra parte, de entenderse la conducta como penalmente relevante sería excesivo y falto de proporcionalidad entender esas fotografias como unas amenazas graves (delito) y como mucho deberían ser consideradas como una falta, sancionable con una pequeña multa.
Dicho esto, estoy totalmente convencido (pero no tengo el tiempo suficiente para investigarlo) que el denunciante Carlos Cuesta (así como muchos otros similares) están totalmente de acuerdo con implantar recortes en justicia, imponer tasas, etc. por entender que hay un abuso en la utilización de los tribunales y que se inician muchos procedimientos absurdos, en la linea de las indecentes medidas que anticipa el ministro Gallardón.
Me permito la opinión, y la expreso dentro de mi derecho a la libertad de expresión (y aqui entro en el segundo motivo de escribir esta entrada) de decir que la denuncia interpuesta es un abuso e implica una utilización indebida de los tribunales de justicia. Es absurdo denunciar este tipo de conductas (¿se imaginan denunciar todos los insultos que se vierten en un partido de futbol contra el arbitro o jugadores?) o al menos denunciarlas por lo que ni son ni se sienten, unas amenazas graves (debemos tener en cuenta que la calificacion de amenazas graves no corresponde al denunciante, sino al juzgado que tramite la denuncia, y tambien que a veces la policia califica indebidamente los hechos). Aun así, es cierto que tenemos derecho a denunciar aquellos actos que nos afecten y entendamos delictivos independientemente de su mayor o menor gravedad.
Pero el abuso racica en lo que pueda ser una utilización de los medios judiciales para atacar a la libertad de expresión que se realiza mediante la ironia y el humor, y de esta manera impedir el libre ejercicio de la crítica hacia conductas como en este caso, de algunos "periodistas". Pues a veces se puede pensar que lo que se busca con este tipo de denuncias y abrir unos cuantos procedimientos judiciales, es amedrentar a quien no piensa como uno e impedir las criticas contrarias.
Dicho lo cual, es justo decir, que las fotografias de los tuits tenian poca gracia o ninguna. Más bien ninguna.
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