sábado, 30 de abril de 2016

A VUELTAS CON EL TURNO DE OFICIO

Anda el patio revuelto en el turno de oficio en Aragón desde hace unos meses. Los presupuestos del gobierno de Aragón redujeron en un 40% la partida presupuestaria destinada a este concepto lo cual es ciertamente preocupante. Recientemente el Instituto Aragonés de la Mujer ha sacado a concurso un servicio de asesoramiento a mujeres que llevaba años prestándose por el colegio de abogados. Algo parecido a lo que viene pasando desde hace años con el servicio de asesoramiento a inmigrantes. El servicio de orientación penitenciaria no tiene quien lo quiera.

Y supongo que al lector habitual del blog y que sabe que sobre el tema del turno de oficio he escrito en muchas ocasiones le habrá llamado la atención mi silencio al respecto. Digamos que tiene que ver con las primeras palabras de esta entrada, anda el patio muy revuelto y los agentes involucrados mal interpretan algunas posiciones e incluso silencios. En vez de existir un frente común de la abogacia aragonesa, muchos abogados individuales tienen una sensación distinta.

Pero quería apuntar otra perspectiva, algo muy habitual en mí aunque no todo el mundo lo entienda.

Visualicemos un triángulo. En cada uno de sus ángulos tenemos a la administración, los colegios de abogados y los abogados que prestan el turno de oficio. Así

- la administración recibe la prestación de un servicio (no voy a discutir si tiene naturaleza de servicio público o no) oro el que paga una cantidad de dinero muy inferior al precio de mercado ya lo que le costaría prestarlo por sí misma.

- los colegios de abogados gestionan la infraestructura del turno de oficio. Según datos del propio consejo general de la abogacia española más de 600.000 expedientes en el 2015. Estimen que por cada expediente un colegio cobre 30 euros. En el caso del colegio de abogados de Zaragoza según sus presupuestos esto supone más de la mitad de los ingresos y según los mismos presupuestos no se pierde dinero.

- los abogados que prestan el turno de oficio, perciben una vergonzosa retribución en condiciones ed indignas.



Así que en un escenario WIN-WIN-LOSE (ganar-ganar-perder) es factible pensar que quien gana (administración y colegios) van a resolver el problema?



miércoles, 20 de abril de 2016

CONCEPTOS DE JUSTICIA

Cuando decidí embarcarme en la aventura de ser un bloguero y además un bloguero jurídico pensé que seria una herramienta en la que volcar mis reflexiones sobre aspectos relacionados con una parte muy importante de mi mismo y a la que destino mucho tiempo de mi vida que es mi profesión de abogado y como tal trabajar con el concepto de justicia, concepto o principio que ya me llamo especialmente la atención desde la carrera. A otros juristas les gustara tratar más otros principios como la legalidad. Digamos que yo siempre he sido un enamorado del principio de justicia.

Uno se da cuenta que no hay un concepto o definición exclusivo o excluyente sino que en lo que entendemos de justicia hay muchos elementos comunes y otros subjetivos, e igual hay tantas definiciones de justicia como juristas y sobre todo como personas. No soy ni pretendo ser un filósofo del derecho. Pero esto se evidencia en aspectos concretos en que se materializa la administración de la misma y sobre todo la Administración de Justicia, con mayúsculas.

Ahora mismo estoy en Tudela esperando 45 minutos a que se haga una declaración señalada, para eso 45 minutos antes. Me comentan mi procuradora y el abogado contrario que el retraso no es puntual sino sistemático y constante y que muchos se deben precisamente a eso. En muchos lugares se reproducen quejas sobre los retrasos, algunos debidos a la falta de puntualidad. No digo que sea el caso que estoy sufriendo pero sí creo firmemente que toda persona que sistemáticamente se retrasa no respeta el tiempo de las otras personas y que está falta de respeto se agrava cuando tienes un cargo pues del cargo se deriva una responsabilidad. Dice mucho y mal de una persona con responsabilidad que no respete a los demás.



Tudela es una villa importante de la Ribera Navarra y a los juzgados de Tudela se desplazan dos juzgados de lo penal de Pamplona para celebrar vistas de procedimiento abreviado. Me comentaba la procuradora que al parecer los secretarios judiciales pretenden evitarse el desplazamiento un día a la semana y que ya dejen de celebrarse los juicios en Tudela. Es decir, que en vez de evitar el desplazamiento de unas pocas personas se va a obligar a una pluralidad: acusados, testigos, abogados, etc a realizar el desplazamiento. Le he comentado que no se dejen pues detrás de estas cosas luego vienen pretensiones como la que tenía Gallardon de suprimir todas sedes judiciales en los partidos y centrarlas en las capitales de provincia.

En definitiva detrás de los intereses de unos pocos lo que trasluce es una determinada concepción de la justicia. Hay importantes diferencias entre facilitar el acceso a la misma o dificultarla, entre la cercanía y la lejanía, entre el respeto y la falta de respeto. Y todo ello se trasluce en los resultados y en la percepción de los ciudadanos.

Y también pensaba cuanto cambiarían las cosas si el modo de trabajar las reivindicaciones se hicieran al estilo de la brigada tuitera. Pero eso ya es otra historia.

martes, 19 de abril de 2016

INTELIGENCIA COLECTIVA LEGISLATIVA

Hoy es un día grande para la brigada tuitera en su lucha contra las tasas judiciales y en particular para dos integrantes de la misma Enrique y Jaime, procurador y abogado, andaluces ambos uno de Huelva y el otro de Sevilla.

Sin sonrojo (pues no hay motivo para ello) ni exageración alguna puedo decir que el movimiento T más conocido como la brigada tuitera pasará a los libros de la historia por ser el primer movimiento social que utiliza la inteligencia colectiva para conseguir sus objetivos que no son otros que una justicia accesible, con medios e independiente, para lo cual lucha desde hace años por erradicar las tasas judiciales. Ha sido y será una lucha larga y sostenida en el tiempo con pequeños éxitos y fases en ese objetivo. Si inicialmente se consiguió generar conciencia sobre los problemas inherentes a las tasas judiciales y de este modo que el ministro Catalá tras la dimisión de Gallardón modificara las mismas estableciendo exención para personas físicas, la brigada continuó cabalgando cuando muchos abandonaron esa reivindicación y lo seguirá haciendo.

La forma de organización y realización de acciones es muy distinta al sistema que habitualmente conocemos en movimientos sociales y como ya vengo alentando desde hace un tiempo dará para un libro. Hoy simplemente quiero destacar una de sus reglas, si es una idea que va en esos objetivos y te parece buena idea hazla. Si te parece buena idea lo que está haciendo otro hazla también y si no te lo parece no lo hagas o adaptala.

Hace ya bastante tiempo a través de Enrique Hinojosa tuve conocimiento de una idea que personalmente consideré que no tenía recorrido o utilidad. Otra organización se hubiera embarrado en debates sobre si la misma debía hacerse o no, como o cuando. La aplicación de esta regla tan sencilla evitó esos debates tan poco productivos. Y un grupo de integrantes de la brigada empezaron con la misma. La idea era buscar una proposición no de ley que fuera aprobada en el parlamento andaluz. Así con el esfuerzo de unos pocos se promovió y buscó el encuentro con grupos parlamentarios y se redactaron documentos incluido el texto de la proposición que se les hizo llegar. Todo esto condujo a la primera aprobación de una proposición no de ley en el Parlamento andaluz. El esfuerzo y su ilusión hizo que grupos de otros territorios empezaran a poner su esfuerzo y empeño en que en su Parlamento autonómico sucediera lo mismo. Esos textos legales empezaron a circular, adaptandose y los Parlamentos fueron rindiendose ante la iniciativa y empuje de la T provocando divertidas anécdotas que nadie puede contar mejor que Jaime Borrego.

La idea fue importante por varias razones. En primer lugar por venir en un momento en el que lo fácil era bajarse del carro y quitarse la T, como hicieron muchos al pensar que tras la modificación de las tasas judiciales para personas físicas todo estaba hecho.



Lo segundo porque de repente entendimos que más allá de unas proposiciones no de ley que como tales no son ejecutables, lo que estabamos haciendo era mantener en el debate político el problema de las tasas judiciales y lo que es más importante, estabamos creando una foto fija autonómica por la cual los partidos políticos estaban quedando retratados por sus votos en los diferentes parlamentos autonómicos, todo ello a las puertas de unas elecciones generales en las que se apuntaba un cambio de gobierno, escenarios de pactos y como tales modificaciones legislativas y que por lo tanto de alguna manera ibamos comprometiendo el voto para un escenario futuro, una proposición de ley en las Cortes Generales.

Ese escenario futuro es ya presente. No como nos gustaría, con un escenario con gobierno estable y por lo tanto con una proposición de ley con recorrido. Pero aun así es un paso muy importante en ese camino al que yo solo es cuestión de tiempo que lleguemos. Hoy a instancias de ciudadanos se presenta la toma en consideración de una proposición de ley sobre las tasas judiciales que ha sido parida por las manos de la brigada, en especial las de Jaime Borrego y que sin la iniciativa, empuje, dinamismo y ejemplo de un procurador de Huelva, no estariamos allí.

La brigada somos muchos y no significamos el nombre de los mismos y muchos pusieron su esfuerzo en los parlamentos autonómicos y en otras acciones. Pero hoy, es obligado hacerlo.

Hoy le doy las gracias a Enrique y Jaime por hacerme y hacernos participes de una fiesta y sobre todo por la diversión a la que nos han llevado sus ideas y esfuerzos y saber contagiarnos de los mismos. Hoy mucha gente de T va a disfrutar dentro y fuera del Congreso de los diputados.

Nota.- En nada estaremos como procede dando el coñazo en tuiter como si pusieramos el adecuado entorno al debate parlamentario. Espero verte ahí.

martes, 5 de abril de 2016

IGUALDAD ANTE LA LEY: EL CASO DE LOS PILOTOS

Hace unos cuantos años me tocó asistir y defender a unos cadetes de la academia general militar en un incidente con la policía local. Fue uno de aquellos casos en los que te crees la versión de tus defendidos. No era el primer contacto que tenía con los oficiales del ejército dado que en tiempos tuve "familia política" de rango militar. Es un mundo aparte el de los militares muy impregnado por la honorabilidad de la conducta, así que sabía que a diferencia de lo que te suele ocurrir con muchos defendidos aquellos chavales me estaban contando la verdad, no habían hecho lo que se decía que habían hecho. Además la presión en la defensa era añadida pues en aquellos tiempos (y ahora) la versión de la policía en juicio prácticamente siempre se impone y estos chavales se jugaban su futuro militar pues una condena implicaría su expulsión. El juicio por tanto fue duro y peleado. Dándolo todo. El final en ese sentido fue feliz, el resultado del juicio, de algún modo salomónico no impidió la carrera militar de mis defendidos.

Estos días leía esta noticia, caso que ya fue noticia hace un tiempo. En resumen, había un fraude aprovechando los traslados de pilotos para poder aportar facturas falsas de mudanzas en los mismos cuyos gastos ficticios les eran pagados. Muchos pilotos, entre 40-80 podrían estar involucrados además del jefe de la trama. Se trata de una estafa o fraude que pagamos entre todos, pues el dinero defraudado era público, además de una trama interna del ejército algo que parece que no acabamos de erradicar como sabe cualquiera con unos mínimos conocimientos de historia militar (por ejemplo en la guerra de Africa).

La tesitura era importante. Al parecer tenemos unas 400 aeronaves en el ejército del aire y las promociones de la academia son entre 60-70 pilotos anuales. Los números arrojan la importancia que para el ejército del aire tendría que 80 pilotos fueran expulsados, no solo el coste de formación de los mismos sino la tardanza en recuperar ese "agujero". También arroja en otro sentido la cantidad de manzanas podridas en proporción.

La "solución" encontrada ha sido un acuerdo con el fiscal, devolución del dinero defraudado (qué menos), 3 meses de prisión que no se van a cumplir por no tener antecedentes y una pena que no supone la expulsión de la carrera militar. Desde todos los puntos de vista el acuerdo es favorable a los acusados y no lo es al sistema penal pues no cumple con ninguno de sus objetivos. Si hablamos en términos comparativos con otras sanciones penales que se ponen a otros delitos o conductas es vergonzante.

Cuando de repente me encuentro inmerso en una macrocausa penal, con decenas de imputados, tomos de investigación que van creciendo, etc. sé que mi mejor estrategia de defensa es no hacer absolutamente nada, estar como un camaleón jurídico sin ser percibido esperando que mi cliente pase desapercibido y olvidado y a una mala si se va a abrir juicio oral, sé que seguramente salvo que haya focos de atención pública (periodistas) ¿quien va a hacer un juicio contra 40 - 80 personas? Solo por el engorro manifiesto que puede aventurar cualquiera se puede ser consciente de que es dificil que se acuse a todos y se haga un juicio que dure semanas. Y quien va a profundizar durante la instrucción (investigación) en tomos y tomos de investigación buscando esos pequeños detalles que pueden sustentar una condena? pocos fiscales conozco que hagan eso y pocos jueces que superado el arreón inicial no se vean inmersos en otras causas a las que presten mayor interés y atención.

Son escenarios donde es difícil hablar de igualdad ante la ley. El rigor sancionador es mucho mayor en las conductas aisladas que precisamente por ello revisten menor peligrosidad y perjuicio, y sin embargo, por estas cuestiones tan humanas, el tratamiento de las más peligrosas socialmente es mucho más benévolo. Y qué decir si de quienes son acusados, pilotos, no entran en el estereotipo de la delincuencia en un país además que parece aplaudir la picaresca.

viernes, 25 de marzo de 2016

EL ERROR Y EL FRACASO

Se extiende entre los aficionados al uso indiscriminado de palabras como emprendimiento, motivación y coaching el hablar del fracaso como si fuera un gran mérito o un paso por el que debes transcurrir de manera necesaria y obligatoria si tienes un negocio. Cada vez que oigo a uno de estos expertos hablar en tales términos del fracaso y reiterar el uso de tal termino desconecto y los envio a la "lista negra" de vende humos. Quien habla en tales términos del fracaso no ha pasado por el.

No es necesario pasar por el fracaso para aprender ni llegar al éxito. Es un mensaje equivocado. En mi opinión claro está. Pero hay algo de lo que no nos libramos nadie, que es de cometer errores. Y muchas veces esos errores nos llevan a que un proyecto no funcione, a que algo no salga bien, a que tengamos un mal resultado.

Lo importante es ser consciente de eso, que no estamos libres de cometer un error. Lo importante es ser conscientes de cómo tratamos de eludir la responsabilidad nuestra en la comisión del error. Pero lo más importante es que aprendamos del error, que saquemos conclusiones, que veamos porque lo hemos cometido y que tenemos que cambiar. En que debemos mejorar.

Debemos entender los errores y las situaciones que se generan como una oportunidad. Como poco una oportunidad de aprender y de cambiar. Y en la medida de lo posible una oportunidad de mejora, profesional, personal, depende del campo en que se produzca. Incluso a veces de las dos cosas.

Pues el pasado nos influye, y como tal los errores que hayamos cometido pues nos llevan a un punto:  el presente. Y es en el presente donde debemos actuar, reflexionar, analizar, saca esas conclusiones que nos permiten elegir la mejor acción. Y no quedarnos anclados en el pasado, pues si no aprendemos y cambiamos repetiremos el error una y otra vez.

Pasar por el fracaso no significa que alcances ningun éxito por ello si nada has aprendido y nada has cambiado.

domingo, 20 de marzo de 2016

A VUELTAS CON LA CONDENA A RITA MAESTRE Y EL DELITO CONTRA LOS SENTIMIENTOS RELIGIOSOS

No pretendo en esta entrada hacer uña análisis jurídico de la sentencia condenatoria y del expresado delito, que de tener tiempo realizaré en mi otro blog sobre derecho penal, son expresar unas reflexiones que me han surgido tras la misma. Sí que inicialmente diré que a salvo de ese análisis en profundidad creo que en la conducta que reflejan los hechos probados no hay profanacion, que es lo que castiga el delito del 524 del código penal por el que es condenada y que por lo tanto no estoy de acuerdo jurídicamente con dicha condena.

A salvo de lo anterior y reservándome cambiar de opinión tras el mayor análisis de la cuestión, creo que la misma me da pie a hacer algunas reflexiones como digo. En primer lugar a los no profesionales les sorprenderá si la leen como en la misma se explica que cuando se realiza una acción en grupo por mucho que no hagas algunas de las acciones se te considera participe y autor de las mismas. Algo que deben de tener presente sobre todo padres y madres de adolescentes que más de uno he visto condenado por las malas acciones del grupo con el que iba por mucho que hubiera tenido una actitud pasiva pero presente.

Fuera de esta cuestión anecdótica la condena nos viene bien para meditar sobre la conveniencia de que el código penal castigue este tipo de conductas. Yo personalmente creo que él código penal no debe sancionar conductas de ofensas a los sentimientos religiosos y es que por qué debe tener una protección especial la religión frente a otros sentimientos? Los penalistas nos cansamos de recordar lo que se llama el principio de intervención mínima del código penal es decir que sólo deben ser sancionadas penalmente aquellas conductas de mayor gravedad, y esta conducta en un estado que se define como aconfesional no lo es. Y no lo digo solo yo, sino que también lo recomienda el Consejo de Europa. Y es que nos escandalizamos cuando vemos determinadas condenas en países musulmanes que son bárbaras por la pena que se impone pero no nos escandalizamos por el hecho que es sancionado, comportamientos que entienden como blasfemos. En esto poco nos separa de pensamientos tan retrasados.

Cada vez que un enjuiciamiento tiene una especial atención mediática y social muchos jueces se quejan de que son criticados injustamente por hacer su función que es aplicar el derecho. Y es que a diferencia del sistema anglosajon un juez español no debe apartarse de la norma establecida y aplicarla aunque sea injusta. Claro que esto siendo verdad también es matizable, al menos con dos que se me ocurran. Uno que cuando quieren encuentran la vía para solventar estas injusticias o al menos lo intentan, y así hay una notable diferencia entre los jueces que se quedan en esa posición cómoda de meros aplicadores de la ley y otros que intentan hallar el método de minimizar algunos efectos de las malas leyes.

La segunda. Que a nadie le obligan a ser juez y en particular de lo penal. Y que por tanto, como brazos ejecutores del sistema penal que tiene deficiencias y aspectos criticables van recibir críticas y toca asumirlo y no quejarse. 

Por que qué pensaríamos del verdugo que se sintiera incomprendido? 

Por último, un acusado en un procedimiento penal tiene derecho a usar todas las artimañas legales para evitar una condena entre ellas no es reprochable que mienta. Pero si realizas una acción en conciencia de protesta de la que te enorgulleces como revolucionaria entonces que menos que pedir coherencia hasta el último momento y por tanto no negar lo que has hecho. De la lectura de la sentencia parece entenderse que Rita Maestre negó su participación en los hechos.

jueves, 17 de marzo de 2016

LAS FLORES DE LA GUERRA

Ayer mientras mantenía una reunión de junta a través de whatsapp (sí, chicos, las nuevas tecnologías están aquí para quedarse) tenía el ojo en una película que emitían en la televisión "las flores de la guerra". A pesar de estar viendola con solo un ojo y con escasa concentración, no pudo sino atraparme. Se trata de una película de bellísima factura, con una preciosa historia y a la vez muy dura. Tremendamente emocional y difícil de digerir. Hacía tiempo que una película no me impactaba tanto y horas después sigo con un nudo de emoción, hasta tal punto que me siento bloqueado y he sabido que tenía que venir al blog a descargar parte de esas emociones para continuar con mi cotidianeidad. Que al fin y al cabo un blog también es para eso, para hablar de uno y de como se siente.

En circunstancias extraordinarias hay personas comunes que se convierten en héroes. Y ese es precisamente uno de los mensajes de la película, uno de tantos, y convertirse en héroe no deja de ser hacer lo que uno entiende que ha de hacer, con honestidad consigo mismo, imponiendose al entorno y a las dificultades externas. 

Esta mañana tenía un juicio del turno de oficio. Se juzgaba a una familia, un padre y una madre, con cuatro hijos pequeños, el mayor de ellos de 9 años. El delito haber ocupado una vivienda.

Es curioso como podemos llegar a normalizar situaciones. Normalizamos el hecho de que haya personas y familias sin techo y sin vivienda. No nos escandaliza, ni nos indigna ni nos mueve. Ni siquiera nos conmueve. Sabemos que pasa. Sin más. Nada hacemos al respecto.

Como abogados normalizamos que haya una respuesta penal. Que tuvieran que ir a declarar al juzgado como imputados, luego fueran acusados y una expectativa de ser condenados. Recuerdo mi papel en todo momento, técnico y frío. Explicandoles cual debía ser sus manifestaciones buscando el archivo que no se produjo. Estando en mi ubicación exclusiva sin una involucración excesiva. Siendo un expediente más en el despacho.

Normalizamos que sea un expediente más. Revisarlo días antes del juicio, estudiar nuevamente jurisprudencia y preparar el juicio, como un juicio más, como eso, simplemente un juicio. Construyendo una barrera que impida ver que no es solo un juicio más, que es una desgraciada familia sin recursos a la que se criminaliza y se enfrenta a un juicio penal por dar cobijo a sus hijos. Hablas por teléfono con una asistente social que también normaliza todo, ves su desidia para hacer el informe que le has pedido y te viene a decir que para que lo quieres, si al resto de familias en la misma situación las han condenado, normalizando que haya condenas por esto. 

Pero hay algo dentro de ti que se resiste a normalizar, e insistes en que lo vas a intentar y que necesitas ese informe. De repente te das cuenta de todas las horas que has metido en estas semanas en ese tema, de los expedientes atrasados y clientes que te presionan para ver como va lo suyo mientras tu nivel de estrés se incrementa. Sumas esas horas en un momento en que se ha reducido el presupuesto del turno de oficio, en una semana en la que has justificado los expedientes del trimestre y sabes que al menos la mitad no van a ser pagados por el Gobierno de Aragón, y que aun así si este te lo pagara serían unos 200 euros por muchas horas que estás metiendo. También normalizas que los abogados tus compañeros se resignen ante esta situación. Y tienes la tentación de no haber metido tantas horas, total para lo que te lo van a pagar y total si al final acaban condenando a todos. Y miras las notas que has hecho y ves la cantidad de ideas que has puesto buscando que haya un final distinto y que esa familia no sea condenada.



De algún modo, no normalizas tanto como piensas. Como abogado llevas una rebeldía innata ante lo que entiendes injusto. Y luchas contra esa normalización y racionalización. Vas hacia el juicio pensando "si total los condenan a todos" y que posibilidades tienes de alcanzar un buen acuerdo, con una pequeña multa. Haces cálculos, buscas el "maan" (mejor alternativa al acuerdo negociado). Y normalizas que una familia sea condenada porque sus hijos no duerman en la calle, normalizas que es mejor un castigo menor que el riesgo de uno mayor. Aunque lo que te pide el cuerpo es hacer el juicio, al menos pelearlo y decir las cosas que piensas que hay que decir sobre esto. Pero vuelves a normalizar tu papel, pensar en lo más beneficioso o lo que piensas que es más beneficioso para ellos, explicarles sus posibilidades y escuchar que no tienen dinero para pagar ninguna multa.

Y entonces ya no normalizas nada. Coges la toga y entras en sala. Haces el juicio. Y ocurre algo excepcional. Los han absuelto. Sentencia in voce.

Y en ese momento ni siquiera eres consciente. Sigues normalizando. La Justicia es algo inaudito y sorprendente. Una anecdota más. Y piensas que lo que ha ocurrido es algo normal.

Pero algo dentro de ti sabe que no es normal. Y acabas tomando conciencia, de como a veces los abogados comunes conseguimos cosas. No se trata de que una familia con graves dificultades de subsistencia se haya librado de una multa. Sino de que no se ha criminalizado una conducta de subsistencia. Que no ha habido una condena a todas luces inmoral e injusta, pero que hubiera sido técnicamente legal y correcta.

Y que en todo eso, has tenido un pequeño papel, de la manera que sea, que te hace creer que cuando te empeñas, a veces, consigues pequeñas cosas que son grandes cosas. Y te reconcilias con esta profesión y sientes que el esfuerzo merece la pena.

Como dicen en una especialmente emotiva escena de la película, no lo hagas luego, "llevame a casa esta noche". Y tengo la sensación de que hoy la Justicia no ha sido dejada para luego. Que de algún modo "me han llevado a casa esta noche". Que algo dentro de ti se ha vuelvo a conectar.

Y te sientes mejor